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Luxor, 5 de Noviembre 2012

Amanece un nuevo día en la necrópolis tebana.

 

Seguimos con el mismo calor. 

 

Hoy hemos podido comprobar, como los antiguos egipcios movieron todos los bloques de pirámides, templos, obeliscos….

 

En la cuadricula I6 apareció un gran bloque de piedra que, al levantarla ha resultado contener una bella inscripción que Francisco rápidamente ha copiado y Sergio ha documentado. Por lo que se veía a simple vista, pero que han certificado tanto Paloma como Ahmed, es que ya en la antigüedad, a la hora de ser esculpidos los bellos jeroglíficos, se desprendieron grandes lascas de caliza, por lo que tuvieron que poner “resanes” como diría nuestra querida Paloma, para esculpir el texto jeroglífico. Los emplastes se realizaron en yeso y a pesar de la fragilidad del mismo, como el gran bloque cayó hacia abajo, los mismo quedaron protegidos por la misma roca por lo que los hemos localizado.

 

Mover esta gran masa de piedra, de más de una tonelada, ha sido lo complicado. La fuerza de más de 40 hombres se ha afanado en ello. 

 

Primeramente hicieron una especie de andas donde, a base de cuerdas y su propia fuerza, levantaron la roca y colocaron bajo ella. Después fueron moviéndola poco a poco y cada vez que la movían, colocaban un rodillo de madera para deslizarla. Y así poco a poco han conseguido desplazarla por toda la capilla hasta depositarla en un lugar donde no estorbase demasiado, donde Paloma y Ahmed han consolidado los fragmentos de los jeroglíficos que estaban sueltos. 

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