Luxor, 31 de Octubre 2009
Son las cinco y media de la mañana. El almuecín llama a los fieles a la oración. Ah! Estamos en Luxor, estamos en casa.....
Hemos llegado hace apenas unas horas. Las peripecias de los carteles no terminaron en Madrid, sino que nos siguieron....
Milagrosamente llegaron sanos y salvos, pero claro, eran muy evidentes y la curiosidad mata al gato.... así que los de la aduana de Luxor no podían dejar pasar esta oportunidad...
Dos chicas y tres maletas, dos bolsones llenos de comida, una mochilla con chocolates y vino, dos ordenadores y dos paquetes grandes que prometían bonitas sorpresas.....Así que nos hacen abrir las maletas llenas de comida. ¿Es que no os gusta la comida de Luxor? Nos pregunta un aduanero. Si, si, esto es para desayunar. Otro mete la mano en una de las maletas y se le engancha el dedo en una prenda interior femenina, tal cual hubiese visto a un fantasma o la maleta hubiese tenido un cepo en su fondo, el señor cierra esa maleta de inmediato, en medio de un tremendo "susto".¿Qué hay aquí? Haciendo referencia a los paquetes de los carteles. En ese momento Teresa les saca el permiso y justificante de que somos el equipo de la Misión Española en Asasif. El papel se lo pasan unos a otros... Taman, Taman, pero la curiosidad les podía más. Nos hacen abrirlo casi con las uñas pues no había nada con lo que cortar el perfecto embalaje de Eduardo. Nos ayudan con una llave y finalmente podemos sacar uno de los carteles..... el Visir Amen-Hotep aparece en escena. Gamil, gamil, repetían.... ¿de qué es el material? -preguntan- ¿hierro? No, no, es aluminio -contesta Teresa. Y venga a toquetearlo.... y venga a decir Gamil, Gamil....
Finalmente nos dicen que pasemos muy amablemente y salimos de la aduana.
La mañana de hoy la hemos dedicado, unos a preparar toda la documentación que necesitamos para las diferentes oficinas, todo perfectamente fotocopiado por seis; otros a colocar las cosas que hemos traído de España.
Es la rutina de un comienzo de campaña.
Después hemos realizado las llamadas a los colegas de la zona y nos hemos enterado que hoy había fiesta de Halloween en la Chicago House así que después de cenar, nos hemos disfrazado de lo que hemos podido, hemos cruzado el río y allí nos hemos encontrado con las peores pesadillas fantasmales para una noche de difuntos.
Mañana las fotos para "susto" de todos.